Microeventos 2.0: Eres grande, pequeño

Microeventos 2.0: Eres grande, pequeño

Por Juan Boronat, @lasblogenpunto
En internet no hay marcas pequeñas, hay mentalidades pequeñas…

A día de hoy, cualquier excusa es buena para montar un sarao 2.0: tomar unas cervezas con los amigos, un cumpleaños compartido con todos los seguidores de un perfil en Facebook, un networking gastronómico, una reunión de blogueros temáticos… Todo vale para tratar de ‘desvirtualizar’ los contactos ‘transpantállicos’, intercambiar impresiones, compartir conocimientos y pasar un rato agradable… Y, por supuesto, contarlo al mundo en tiempo real.

La proliferación de este tipo de actos –y su éxito–, demuestra que la mecánica sobre la que se asientan es eficaz. Normalmente, se trata de encuentros no demasiado grandes. Suelen organizarse con presupuestos mínimos, con una logística básica y sus objetivos no acostumbran a ser excesivamente ambiciosos. Pero, a pesar de ello, funcionan.

Y resulta paradójico que sea así, en un momento en el que el sector de organización de ferias, congresos y demás, sufre los efectos de la crisis.

En los últimos meses, los recortes presupuestarios en empresas e instituciones, están derivando en la anulación o aplazamiento de grandes eventos. Tanto es así, que la bianualización de muchas ferias, congresos, certámenes, etc., parece que se esté convirtiendo en una dañina tendencia, de consecuencias irreparables para el sector.

Llegados a este punto, cabe preguntarse si la eclosión de los pequeños eventos 2.0, los convierte en una alternativa viable para suplir las carencias de encuentros de mayor nivel.

En parte, creo que sí.

Y es que, lo que en su momento surgió como una ‘quedada entre amigos de la red’, se ha ido consolidando como una fórmula de proyección y promoción de gran solvencia, con unas posibilidades de estructuración amplias y de gran versatilidad. Además, su enorme capacidad para la proyección de contenidos, los convierte en un recurso más que viable para empresas, marcas y para las propias instituciones –que no siempre han estado muy dispuestas a sumergirse en este terreno–.

Un aspecto que es importante tener en cuenta, son las ‘variables técnicas’ que caracterizan este tipo de actos. Fundamentalmente, están dirigidos a usuarios de las redes, por lo que las temáticas sobre las que giran suelen estar orientadas a este tipo de público.

Ahora bien, esto que pudiera parecer una traba –excesiva segmentación–, ya no lo es tanto. Actualmente la masa pobladora de las redes ha crecido mucho y, lo que es más positivo, sigue creciendo.

Otro factor clave es la necesidad de atraer a personas que sean ‘heavy users’ de las redes sociales. Gracias a ellos, los organizadores contarán con una poderosa herramienta de viralización, que trasladará a la red todos los aspectos relevantes del evento: tanto de su fondo, como de su forma.

Lógicamente –aunque no siempre suele ser así–, la organización debe poner todos los medios técnicos posibles a disposición de los participantes (wifi, enchufes, cargadores…), para facilitar al máximo la ‘difusión’ del evento. Nunca debemos olvidar que, en definitiva, ellos son los auténticos protagonistas.

Y, por supuesto, la retransmisión del evento en directo, mediante un sistema de streaming, es ya una obligación inexcusable.

Hablamos de una nueva forma, mucho más abierta y participativa de concebir los eventos. La fuerza de la viralidad en la red es tal, que el espacio físico y el número de personas que participan ‘in situ’, ya no marcan su dimensión. Ahora el tamaño se monitoriza, evaluando el número de direcciones Ip conectadas al streaming, los tweets, los retweets, el número de followers… Todo cuenta, y todo llega mucho más lejos.

Pero, sobre todo, hablamos de la necesidad de cambiar la mentalidad de quienes desprecian el formato, porque en nada se parece a los eventos hasta ahora conocidos. Es importante valorar –y más ahora, que atravesamos una profunda crisis económica–  el importante papel que juegan las ferias, congresos, exposiciones, etc., en la dinamización de la actividad económica. Y, posiblemente, los eventos 2.0 no sean una tabla de salvación, pero sí son una herramienta eficaz para generar contactos, intercambiar información, formarse y conocer nuevas oportunidades de ocio y de negocio.

Y ver esta realidad, no es una cuestión de tamaño, sino de visión.

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El blog de iRedes publica periódicamente artículos de colaboradores. Juan Boronat es director creativo y asesor de comunicación en La diferencia creativa.

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